Los transgénicos son cultivos cuyos componentes genéticos han sido manipulados en los laboratorios y a los cuales, se les han incorporado genes distintos a los que normalmente contienen. Este tipo de cultivos son patentados y hay pocas empresas transnacionales que concentran el control sobre los mismos.
La contaminación de cultivos no transgénicos con genes de los que fueron modificados, las malezas más resistentes a los agroquímicos, la dependencia a paquetes tecnológicos producidos exclusivamente por las mismas empresas que venden las semillas transgénicas, como la mundialmente conocida y cuestionada MONSANTO; son a penas algunas de las problemáticas socioambientales vinculadas a los organismos genéticamente modificados.
Particularmente, en nuestro país, ha habido una gran oposición a la liberación al ambiente de estos cultivos que se ha expresado con las declaratorias de territorios libres de transgénicos adoptadas por alrededor del 92 % de las Municipalidades.
En atención a las problemáticas antes mencionadas, a los estudios científicos que señalan los peligros y a la manifestación de la voluntad popular de los y las costarricenses, el Frente Amplio ha promovido el establecimiento de una moratoria a la liberación al ambiente de los organismos modificados. Es decir, un espacio de tiempo durante el cual, no se siembren en nuestro país, mientras se avanza en investigación y mecanismos de fiscalización que permitan minimizar el riesgo.
En esta misma línea, aprovechamos el Día Mundial contra los Trangénicos para recordarle a Luis Guillermo Solís su compromiso de campaña de promover la mencionada moratoria. Adicionalmente, la misiva suscrita por los diputados y las diputadas de nuestra Fracción que estaban en las cercanías de la Asamblea Legislativa este viernes, va acompañada de una propuesta de Decreto Ejecutivo de Moratoria a la liberación al ambiente de los organismos genéticamente modificados, que esperamos, sirva de base para la discusión y facilite la adopción de la medida por parte del señor presidente.
Los transgénicos promueven la apropiación de las semillas por parte de unas pocas empresas extranjeras, promueven el despojo de la riqueza cultural y la diversidad biológica de nuestro país. Su consumo está vinculado a enfermedades que van desde las alergias hasta el cáncer. En estas condiciones, nuestra Fracción responde con responsabilidad a la necesidad de evitar que se desarrollen los cultivos de organismos genéticamente modificados, protegiendo la salud del ambiente y de las personas, hasta que no haya certeza científica sobre los riesgos asociados a este tipo de cultivos.
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