El 17 de mayo de 1990, hace poco menos de 30 años, la Organización Mundial de la Salud quitó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. De ahí, que en esta fecha sea dedicada a reconocer la lucha contra cualquier tipo de discriminación por orientación sexual e identidad de género. En un contexto en el que las persecuciones son pan de cada día, no se debe guardar silencio, pues el silencio es cómplice de la violencia que se ejerce de cotidianamente, desde nuestra sociedad heteronormativa y patriarcal, que rechaza todo aquello que sea diferente.
Hoy día, por amar libremente, muchísimas personas que son blanco del odio y no tienen los mismos derechos y garantías sociales e individuales que deberían ser universales. Esta realidad debe cambiar. Nadie debe ser perseguida o perseguido en razón de sus preferencias sexuales o por las decisiones que tomen sobre la construcción de la identidad. Nuestro compromiso y nuestro trabajo siempre irán en esa dirección.
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