De imprevisto, sin aviso ni consulta previa al Frente Amplio, con un acuerdo que no sabemos aún a qué se debe, la Asamblea por mayoría decidió alterar el orden del día para entrar a conocer el Tratado de Protección de Inversiones con China. Un tratado al que nos oponemos porque sigue la misma lógica de "tigre suelto contra burro amarrado". Un tratado que sigue creando súper ciudadanos, de países inmensamente más poderosos que el nuestro, llamados "inversionistas extranjeros", que no pagan los mismos impuestos que el empresariado nacional y pueden resolver sus disputas con nuestro Estado en tribunales internacionales, lejos de nuestro país, creados por y para ellos, mientras que nuestra ciudadanía, nuestro empresariado, sigue siendo "de segunda".
Nuestro empresariado debe pagar todos sus impuestos y en caso de disconformidad con las acciones u omisiones de nuestro Estado, se tendrá que conformar con nuestra vía judicial interna.
Además de la pérdida de ingresos fiscales provocado por la liberación de impuestos a los productos que ingresan bajo el "libre comercio", el COMEX, del 2007 al 2015, gastó en defensa de nuestro país en esos tribunales internacionales, la suma de 10.579 millones de colones. Sólo en el 2015, se están presupuestando 3.159 millones de colones.
Pero nadie de los que alza la voz contra el déficit fiscal habla de esto. ¿Cuántas cosas se podrían haber hecho con esos más de 13 mil millones de colones?
