Jorge Castro ahogado en piña, protesta caminando.

Jorge Castro ahogado en piña,  protesta caminando.

Jorge Castro ahogado en piña, protesta caminando.

Reproducimos el siguiente reportaje de Fabiola Pomareda. 

Pequeño ganadero caminará desde Los Chiles hasta San José para protestar contra expansión piñera

Fabiola Pomareda García / pomaredafabiola@gmail.com

En lo alto de una colina en Pavón de Los Chiles, en la Zona Norte, está la casita de don Jorge Castro. Tiene un tanque de agua en alto, una huerta bien nutrida y una vista impresionante: está rodeado de piña. Literalmente: piña en 360 grados.

Su finca abarca unas 20 hectáreas de verdes potreros y bosque y en ella tiene 35 cabezas de ganado, más algunos caballos.

Mariana Paniagua, compañera de don Jorge, muestra lo que tienen sembrado en un pequeño espacio de cinco metros por tres: papaya, limón, guanábana, plátano, ñampí, ayote, culantro, chile dulce, apio, vainicas y pepino. También tiene pequeñas matitas de orégano,  manzanilla, ruda, tamarindo, y hasta palitos de frijol de árbol y cenízaro.

La vida de estas personas, al igual que la de otras familias y pequeños ganaderos de la zona, cambió drásticamente desde hace alrededor de ocho años. La intensificación de la siembra de piña ha modificado, no sólo el paisaje, sino que ha generado un impacto en la tenencia de la tierra; desplazamientos de campesinos; drenajes de humedales; contaminación de fuentes de agua; y deforestación.

A ambos lados del camino de servidumbre que lleva a la finca de don Jorge vemos sembradíos con yuca arrancada y seca. Ahí también se está preparando el suelo para sembrar piña.

Todavía en el año 2008 el sector agrícola tradicional (granos, caña de azúcar y raíces tropicales) era fuerte en la zona y aportaba cerca de la mitad del empleo de la región, junto a la actividad pecuaria (ganadería bovina, producción láctea y producción porcina). Esto según datos de la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER) en el estudio “Región Huetar Norte: Oferta Exportadora actual y oferta potencial de productos agropecuarios alternativos”.
El mismo documento confirma que en la Región Huetar Norte, el cambio más radical ha sido en el área total sembrada de piña. En el 2003 había 9.717 hectáreas sembradas de este producto en la región. Para el 2014 se registraban 17.862 has. según el plan Regional de Desarrollo Agropecuario y Rural (2015-2018) del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).
Sin embargo, la expansión no se detiene. De acuerdo con una investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR) sólo entre 2014 y 2015 se sembraron 4.175 nuevas hectáreas de piña; y según datos del Censo Agropecuario 2014, aproximadamente un 61% de la producción de piña del país sale de la zona Huetar Norte.

Cuadro: Localidades con fincas piñeras en Los Chiles. Fuente: Talleres de cartografía participativa en localidades del cantón Los Chiles, 2015. Kioscos Socioambientales, UCR

“Ordenar la actividad piñera; no pararla”

Al llegar a Pavón, visitamos el Centro Agrícola Cantonal de Los Chiles, donde tres mujeres escogían frijol, mientras dos hombres descargaban el producto de un pequeño camión. Al frente, un trailer cargado de naranjas avanzaba lentamente por la vía principal. Era viernes de pago, por lo que varios trabajadores con machete y botas de hule hacían sus compras en el Supermercado Salas.

Fue ese día, 28 de abril, cuando visitamos la finca de don Jorge Castro, que se ubica aproximadamente a  1 kilómetro de Pavón. Se llega por un camino terroso, cercado por casitas de madera, algunos potreros con terneros y papayitas. Al frente se ve la maquinaria haciendo movimientos de tierra y dragas. Es puro territorio piñero.

La gira fue organizada por Edgardo Araya, diputado por el Frente Amplio, y en ella participaron funcionarios y funcionarias de la Secretaría Nacional Ambiental (SETENA), del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE) y del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC).
“A raíz de la enorme cantidad de quejas de gente de Los Chiles, de Upala y del Caribe, que están en lucha para que la actividad piñera  no afecte los humedales, la calidad del suelo y la calidad de vida de las personas, a fines del año 2016 se planteó al MINAE y al MAG hacer una gira por la zona para ver el incumplimiento de normativa y las afectaciones reales a causa de la actividad piñera”, dijo Araya.

“Lo que queremos es iniciar una estrategia de trabajo con la administración pública para que la actividad piñera respete los derechos laborales y la normativa ambiental. Lo que se quiere es ordenar la actividad piñera, no pararla”, insistió el abogado.

Rodeado de piña

La primera parada fue en un camino público entre dos fincas piñeras. La denuncia era que se está violando el área de protección de la quebrada Pavoncito. Es decir, la siembra de piña estaba a entre 13 y 14 metros de distancia, y el movimiento de tierra por maquinaria estaba a una distancia de menos de 10 metros, aproximadamente. Según los asesores del despacho del diputado Araya, Sofía Barquero y Jorge Salas, se está incumpliendo el artículo 33 de la Ley Forestal, No. 7575.

Dicha normativa declara como área de protección la franja de 15 metros  a ambos lados de las riberas de los ríos, quebradas o arroyos, si el terreno es plano y si se está en zona rural, como en este caso.
Según Castro, en este mismo lugar solía haber una laguna con arbustos alrededor, a donde venía el ganado a tomar agua. Luego sembraron melina, después tubérculos, y hace como un mes y medio entró la piña.
La segunda parada fue dentro de la finca de Castro. El pequeño ganadero afirmó que la piñera vecina secó un humedal que había y a donde llegaban garzas. “Se bajó el cauce del río, y ahora el ganado ya no tiene a dónde ir a tomar agua”.

La tercera parada fue una pequeña naciente dentro de su finca, la cual aseguró que se ha ido secando y donde tenía una bomba con la que regaba y llenaba los bebederos de los animales. Fuimos a verla. El agua estaba empozada y color ocre. Ya no salía nada.

Afuera de su casa y mirando hacia la siembra de piña vecina señaló: “El viento corre para acá, todos los químicos me van a caer a mis animales. Van a sembrar piña todo a la redonda de nosotros sin que les importe el trabajo honesto de nosotros, criando animalitos, conviviendo con la familia. Nada de eso importa”.

La responsabilidad de la SETENA

Una de las funcionarias que participó en la visita fue Carmen Barboza, del departamento de auditoría y seguimiento de la SETENA. Ella comentó que está a cargo del área que abarca Upala, Tilarán, San Carlos y Los Chiles. Para esa fecha Barboza aún estaba destacada en San José y visitaba la zona dos veces al mes, para darle seguimiento a los proyectos aprobados.

Con respecto a las denuncias planteadas por Jorge Castro. Barboza respondió:

“SETENA tiene que revisar cómo se dio la viabilidad ambiental, qué se esta cumpliendo y qué no se está cumpliendo. Aunque nosotros demos la viabilidad ambiental, la municipalidad podría perfectamente negar los permisos. El departamento de auditoría está tratando de ser lo mas ágil posible cuando llegan denuncias. Nosotros no creamos las leyes; las aplicamos en la medida de lo posible”.

Castro, por su parte, reniega de esta visión y de la inoperancia de las instituciones gubernamentales.

“Si yo espero que se haga el debido proceso, yo me voy a ahogar ahí. Esa es la estrategia que tiene el Gobierno: tener una sola funcionaria para toda esta zona”, se lamentó.

La expansión piñera por omisión

La realidad es que existen más proyectos piñeros que los solicitados ante la SETENA. ¿Cómo se sabe esto? Precisamente los expedientes de Evaluación de Impacto Ambiental (EIA) de proyectos piñeros en la zona fueron parte del estudio “La expansión por omisión: Territorios piñeros en los cantones Los Chiles, Upala y Guatuso, Costa Rica (2004-2015)”.

Este cuestiona las formas de establecimiento de proyectos piñeros en la Zona Norte y las consecuencias que ha ocasionado esta forma de producción. La investigación fue hecha por el programa “Kioscos Socioambientales”, adscrito a la Vicerrectoría de Acción Social de la UCR y estuvo acompañado por trabajo de campo en la región.

Evidencia falta de licencias de viabilidad ambiental; ausencia de seguimiento de los proyectos que sí cuentan con ella; presencia de fincas piñeras dentro de corredores biológicos y de fincas dentro del Refugio Nacional de Vida Silvestre Corredor Fronterizo; y producción de piña dentro de asentamientos campesinos bajo la tutela del Instituto Nacional de Desarrollo Rural (INDER).
El documento destaca que en la Zona Norte existen por lo menos seis fincas de proyectos piñeros que son recorridas o atravesadas por un río y al menos seis proyectos piñeros están a una distancia igual o menor a 300 metros de un río. El siguiente cuadro muestra la localización espacial de los proyectos piñeros con viabilidad ambiental de la SETENA.

Cuadro: Proyectos piñeros según expedientes de la SETENA 2004-2015, ríos y humedales, Zona Norte.

Por esto se afirma que hay una afectación potencial, ocasionada por las piñeras, porque usan agroquímicos que, por escorrentía superficial pueden llegar a los ríos, generando diversos tipos de contaminación. Además, amenazan los mantos acuíferos, según el estudio.

La plaga de la mosca

Otra denuncia que hizo Castro fue la relacionada con la mosca, ya que el pequeño ganadero todavía está teniendo pérdidas económicas a consecuencia de esta plaga. Sus vacas no se preñan y afirma que entre el año pasado y éste tuvo un promedio de 15 millones de colones en pérdidas.

Cuando las empresas piñeras no tratan el rastrojo de la piña y lo dejan pudrirse, se producen grandes cantidades de moscas que afectan al ganado, caballos, perros y seres humanos. Se trata de la llamada mosca del establo (Stomoxys calcitrans Diptera: Muscidae). Los animales pierden mucho peso, se debilitan, no comen ni se preñan, debido a la mosca. Sus propietarios suelen gastar muchísimo dinero en medicamentos para que se intenten recuperar. Con la llegada de la época lluviosa la plaga de la mosca se intensifica.
No obstante, existen leyes y reglamentos que permiten cerrar piñeras y otras plantaciones donde no se manejen los desechos como rastrojos. El Servicio Fitosanitario del Estado (SFE) exige a los finqueros enterrar estos rastrojos a una profundidad de donde la mosca no pueda salir.

Pasan de productoras a asalariadas
El estudio de la UCR indicó también que por lo menos 20 fincas de proyectos piñeros están dentro de asentamientos campesinos. La investigación plantea que la  expansión piñera en Los Chiles se hizo alquilando estas tierras, lo que generaría que: las personas pasan de ser productoras a ser asalariadas; que la degradación del suelo por el uso intensivo y de agroquímicos puede provocar que cuando estas tierras vuelvan a manos de estas personas, ya no sean aptas para la producción; y que se desplazan las familias que al alquilar sus parcelas, se ven obligadas a irse.

Cuadro: Proyectos piñeros según expedientes de la SETENA 2004-2015, y asentamientos campesinos, Zona Norte.

A continuación el testimonio de don José Ramón Quesada Quesada, vecino de Vasconia de Los Chiles, donde tiene una pequeña finca con ganado:

“Quería comentar propiamente lo que me sucedió hoy. En el transcurso de la mañana cuando el sol estaba muy caliente, llegó un señor a preguntarme por fincas porque necesitaba comprar fincas para venir a sembrar piña, sin importar si la finca era de una topografía muy quebrada sólo para ganado. Dijo que eso no les perjudica a ellos y que era para unas empresas de la zona sur”.

“El año pasado tuvimos una peste de moscas y a pesar de que mi finca está a 8 kilómetros de las piñeras, fui afectado, como los que están cerca. O sea esa mosca tiene la posibilidad de trasladarse hasta 20 o 25 kilómetros. Es una mosca asesina. Sólo el que ha vivido, el que vivió esta peste de mosca, sabe las pérdidas que tuve y que estamos teniendo. En este momento en mi finca hay vacas que no se aumenta [preña] la vaca de peso por el daño que ha tenido. Ellas pierden la fertilidad porque la mosca es un animal que trabaja todo el día, y no lo deja comer, el ganado está entre los charrales y se desmerece montones; se enflaquece y entonces esas pérdidas las tuvimos aquí en toda esta zona. Se hicieron manifestaciones y se trabajó mucho con instituciones de gobierno pero estamos con muchas posibilidades de que cuando vuelva el invierno volvamos a tener esas moscas en nuestras fincas. Aquí tenemos seis años de estar con esa plaga de moscas. A las vacas tuve que meterles todo de tipo de nutrientes para recuperarlas pero todavía se les ve las secuelas”.

Don Jorge Castro y otros pequeños ganaderos de Los Chiles caminarán desde allá y hasta Casa Presidencial, en San José, para protestar por los impactos que las plantaciones de piña a gran escala tienen en el ambiente, en la economía familiar y en la violación de derechos humanos de las y los trabajadores de las piñeras. Esta gente saldrá de Los Chiles el lunes 15 de mayo y llegará a San José el jueves 18 de mayo.

Equipo Comunicación

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