El Salvador, en extensión es como la mitad de Costa Rica pero tiene el doble de población. La demanda de agua es enorme y la amenaza de nuevos proyectos mineros, alertó a las comunidades que desde hace muchos años luchan contra las empresas extractoras.
En varias oportunidades estuvimos participando en foros, encuentros, talleres y visitas para solidarizarnos con la lucha y contarles del proceso que llevó a Costa Rica a prohibir la minería.
Con gran alegría recibimos la noticia de que los diputados de la Asamblea Legislativa aprobaron la Ley de Prohibición de Minería Metálica en El Salvador.
La ley, que consta de 11 artículos, en los que se prohíbe la exploración y explotación minera en el país, así como el uso de sustancias tóxicas como el cianuro.
Varias organizaciones presentaron la propuesta con los argumentos de evitar los daños ambientales, afectaciones a la salud de las personas además de los conflictos en las comunidades por el uso de la tierra y los recursos hídricos.
Los diputados y diputadas realizaron visitas a comunidades con minería como San Sebastián y constataron el deterioro ambiental y social del lugar.
"Vimos las secuelas de la mina San Sebastián en Santa Rosa de Lima, que se explotó desde hace 100 años, y los daños ahí... Lo que vimos en los alrededores (del río San Sebastián) es prácticamente producto muerto a causa del cianuro", manifestó el diputado Mario Ponce.
La lección que deja esta lucha es que si existe organización y un objetivo claro, tarde o temprano se alcanzan las metas y somos conscientes del tesonero esfuerzo de organizaciones y personas que no quitaron el dedo del renglón y hoy celebran como lo hacemos nosotros.
¡Felicidades, pueblo salvadoreño y madre naturaleza!
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